El Ídolo con pies de barro.
Todos queremos tener héroes, aunque sean héroes villanos. Aunque sean héroes inventados... aunque sean héroes de hojarasca, cenizas al viento... héroes de barro.
En oportunidades nos ilusionamos con las personas y las colocamos en altos pedestales, inalcanzables, mas allá del bien y del mal, endiosados y en perfecto equilibrio en su podio del cual pensamos que jamás caerán.
El mundo que los rodea es MAYA, una ilusión. Es la ilusión del mundo, la ignorancia, el mundo relativo y engañoso que perciben nuestros sentidos.
Aparentan ser personas poderosas pero su poder radica en sus habilidades para crearnos fantasías, ilusiones y manipularnos a través del engaño, la mentira y la traición.
Y yo me pregunto ¿Cuantos ídolos, cuantos hombres con pies de barro pueblan este mundo? La respuesta es simple: muchos. Están por todas partes y por todos los ámbitos, política, deportes, cine, música, líderes de corrientes espirituales e incluso los encontramos entre gente común y corriente, sin notoriedad alguna.
¿Buscar héroes, justifica vivir engañados?¿Cómo se siente aquel que vive una fantasía, un engaño para compensar lo mal que lleva su vida real? ¿Será por eso que muchas gentes prácticamente viven solo virtualmente?¿Qué sentirá la persona, fuera del Internet, al verse descubierta ante sí misma? ¿ O al verse descubierta ante los ojos de sus seguidores ?
Pero que pena cuando estos ídolos caen, el puro soplo de un aliento blando es mas que suficiente para derribarlos, porque tienen los pies de barro.
Reflexionemos sobre esta expresión de la Biblia de Daniel (2,34), dice así:
"En el sueño, Su Majestad veía que en su presencia se levantaba una estatua muy grande y brillante, y de aspecto terrible. La cabeza de la estatua era de oro puro; el pecho y los brazos, de plata; el vientre y los muslos, de bronce; las piernas, de hierro; y una parte de los pies era de hierro, y la otra de barro. Mientras Su Majestad la estaba mirando, de un monte se desprendió una piedra, sin que nadie la empujara, y vino a dar contra los pies de la estatua y los destrozó. En un momento, el hierro, el barro, el bronce, la plata y el oro quedaron todos convertidos en polvo, como el que se ve en verano cuando se trilla el trigo, y el viento se lo llevó sin dejar el menor rastro. “
No se, esto es solo una reflexión del momento... muy pocas veces he sentido tanta pena... pero bueno, cada cual vive su vida como quiere o como puede ¿Verdad?
Cada ser humano es su propio y absoluto legislador, el encargado de dispensarse gloria o desdicha; el que decreta su propia vida, sus recompensas o castigos.
Al Fin al cabo solo son los ídolos de barro..
En oportunidades nos ilusionamos con las personas y las colocamos en altos pedestales, inalcanzables, mas allá del bien y del mal, endiosados y en perfecto equilibrio en su podio del cual pensamos que jamás caerán.
El mundo que los rodea es MAYA, una ilusión. Es la ilusión del mundo, la ignorancia, el mundo relativo y engañoso que perciben nuestros sentidos.
Aparentan ser personas poderosas pero su poder radica en sus habilidades para crearnos fantasías, ilusiones y manipularnos a través del engaño, la mentira y la traición.
Y yo me pregunto ¿Cuantos ídolos, cuantos hombres con pies de barro pueblan este mundo? La respuesta es simple: muchos. Están por todas partes y por todos los ámbitos, política, deportes, cine, música, líderes de corrientes espirituales e incluso los encontramos entre gente común y corriente, sin notoriedad alguna.
¿Buscar héroes, justifica vivir engañados?¿Cómo se siente aquel que vive una fantasía, un engaño para compensar lo mal que lleva su vida real? ¿Será por eso que muchas gentes prácticamente viven solo virtualmente?¿Qué sentirá la persona, fuera del Internet, al verse descubierta ante sí misma? ¿ O al verse descubierta ante los ojos de sus seguidores ?
Pero que pena cuando estos ídolos caen, el puro soplo de un aliento blando es mas que suficiente para derribarlos, porque tienen los pies de barro.
Reflexionemos sobre esta expresión de la Biblia de Daniel (2,34), dice así:
"En el sueño, Su Majestad veía que en su presencia se levantaba una estatua muy grande y brillante, y de aspecto terrible. La cabeza de la estatua era de oro puro; el pecho y los brazos, de plata; el vientre y los muslos, de bronce; las piernas, de hierro; y una parte de los pies era de hierro, y la otra de barro. Mientras Su Majestad la estaba mirando, de un monte se desprendió una piedra, sin que nadie la empujara, y vino a dar contra los pies de la estatua y los destrozó. En un momento, el hierro, el barro, el bronce, la plata y el oro quedaron todos convertidos en polvo, como el que se ve en verano cuando se trilla el trigo, y el viento se lo llevó sin dejar el menor rastro. “
No se, esto es solo una reflexión del momento... muy pocas veces he sentido tanta pena... pero bueno, cada cual vive su vida como quiere o como puede ¿Verdad?
Cada ser humano es su propio y absoluto legislador, el encargado de dispensarse gloria o desdicha; el que decreta su propia vida, sus recompensas o castigos.
Al Fin al cabo solo son los ídolos de barro..
Besos
Namasté
Namasté